martes, 24 de noviembre de 2009

LA PLAZA, ESENCIA DISPERSADA

La herencia del ejercicio anterior que no fue sino la comprensión objetiva y espiritual del lugar, nos otorga el concepto de PLAZA como idea física y teórica del análisis.
La plaza en arquitectura, es lo que más se aproxima a la no intervención o, digámoslo mejor así, la que más se acerca a una intervención en el que el vacío es el lenguaje de la ciudad.
La plaza en el Parque Mayer es una manera de elogiar el espacio que ya existe, ese contenedor urbano de nostalgias perdidas, patio que la ciudad parece dejar olvidado como denso recuerdo de costumbres perdidas, y que esa otra ciudad, la que construye la gente con su presencia, conquista con la magia de su espontaneidad.
Por otro lado está el programa, argumento para seguir trabajando con el lugar. Quizás es en esta dialéctica donde encontramos una de las revoluciones que nos ofrece la contemporaneidad, que pretende ser “resumida” en el siguiente esquema.


La DISPERSIÓN DEL PROGRAMA hace hablar de una nueva relación del exterior con el interior ( del dentro y del fuera ) y en definitiva, de un NUEVO LÍMITE.
DISPERSIÓN es una palabra esencial en este proyecto para muchas cosas.

En estos tres ejemplos podemos comprobar cómo se hace la plaza en función de la edificación existente.
Mientras en el primer caso ( Martin Luther Platz en Dresden ) elimina la plaza y genera calles que lo rodean, calles que van a otro sitio y olvidan la plaza, en los otros dos el volumen construye la plaza en si misma, bien, eligiendo un espacio libre centralizado ( dibujo 2, Plaza Mayor de Madrid ), bien PONIENDO EN VALOR LAS VARIABLES ESCALARES DE ESE ESPACIO LIBRE. La relación entre piezas de la figura 3 ( Caso teórico ) pone en valor el espacio que existe entre los distintos elementos. La plaza pasa a ser la relación de espacios que hay entre las cosas.
Si volvemos al programa y pensamos la manera de integrar ambos conceptos, vuelve a aparecer el concepto de dispersión. Se pretende así integrar el concepto de disposición programática con la idea de lo que una plaza significa. Una plaza que en este caso es en realidad un patio, un intersticio urbano en el que se pretende, tal y como aparece en el tercer dibujo, poner en valor la escala entre las piezas mientras se soluciona el problema programático de una manera dispersa.
La plaza y el programa, o si se quiere, el lugar y el programa se construyen con una serie de piezas que resuelven las diferentes actividades necesarias para el proyecto.
Sin embargo, la proliferación excesiva de muchos elementos para resolver un programa ambicioso podría anular la idea de plaza que se pretende conseguir. Para resolver esto se pasa a la sección.



Es sólo en la sección donde puede construirse con las ausencias de la materia.
La estrategia de este proyecto es la estrategia de construir una plaza en la que lo que se construya no mate la plaza. De esta manera, un programa disperso se esculpe sobre la sección. La plaza será por tanto una sucesión de pliegues de la materia en los cuales vivirá el programa.

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